Ahora quién?
Enfrentarme al final de una relación en esta etapa de mi vida es el infierno para mí; un infierno personal que transito con mucha soledad, con mucha frustración, desilusión pero sobretodo con mucha ansiedad.
Y es que equívocamente, siempre estoy pensando en el “ahora qué?”, o más bien el “ahora quién?”.
Nunca en mi vida adulta he sido soltero. Y no sé si ha sido por azar que el destino me ha puesto siempre a alguien inmediatamente en el camino o porque mi incapacidad para estar solo (emocional o románticamente) me ha llevado a eso.
Ahora, que miro otra vez el camino hacia adelante y solo veo niebla, me pregunto si no es el momento de aprender a caminar solo. De estar a gusto conmigo mismo y con mis rutinas.
Antes era más fácil pensarlo, porque tenía una vida activa; estaba en la universidad o en el trabajo, tenía una banda, salía todos los fines de semana, bebía mucho y tenía un círculo social amplio en el que siempre era fácil conocer a alguien (incluso cuando era prohibido para mí porque como dije al principio, nunca he sido soltero).
Hoy, no salgo los fines de semana, no tengo una banda, trabajo desde la casa y no tengo círculo social por los azares de la vida y por mi culpa, por mi culpa, por mi santa culpa, porque he sido yo quien se ha alejado de todo el mundo.
Así que la ansiedad del momento es ¿ahora quién? Como si tuviera que agarrar otra rama del árbol inmediatamente para no caer… y si caigo? Qué tan duro me daré?.
No encuentro un contexto en el que pueda llegar otro quién y me pregunto si no es hora de dejar primero que las heridas sanen, o por lo menos ver quién soy cuando cuando no estoy con un vínculo emocional con alguien.
Así que supongo que habrá que confiar en el destino y dejar que haga lo suyo, así sea que lo suyo sea nada, o nadie, no lo sé.
Tal vez llegó el momento de responder esa pregunta de otra forma a la que siempre lo he hecho.
Ahora quién? Ahora yo.
Comentarios
Publicar un comentario