Hoy por hoy

 Existen muchos discursos nuevos e históricos sobre la necesidad de vivir en el presente, en el ahora. Y creo que tienen todo el sentido del mundo. Salir de la nostalgia del pasado y de la angustia del futuro tiene que ser un camino correcto para vivir un poco mejor, o al menos más tranquilos. 

Arrepentirse, por ejemplo, creo que es una manera de enmendar los errores del pasado que por supuesto no sirve para casi nada. Sin embargo es válido. Así mismo soñar y tener expectativas puede ser un motor para mantener viva la motivación del día a día, pero también es fuente de mucha ansiedad.

Yo personalmente no he logrado del todo vivir en el ahora; me encuentro a mí mismo divagando en las historias y los hechos del pasado, en los buenos y los malos. Y dando un salto hacia la terrible incertidumbre de un futuro que no está escrito pero que muchas veces pinto de color gris.

Sin embargo y a pesar de esta lucha, me siento como nunca contento con mi presente. Siento que tengo una suerte que a veces el impostor que habita en mí me dice que no merezco, pero que igual disfruto.

La vida me ha puesto siempre en el lugar correcto y me ha quitado del camino a personas que ya no estaban para sumar. Así mismo me ha logrado dar una claridad mental, que no siempre logro tener tan calibrada, en la que reconozco lo que soy. En la que he entendido cosas que en otro momento me era imposible.

Tengo la suerte de que el amor, en cualquiera de sus formas, nunca me abandona. Siempre llega de vuelta a veces en un rostro nuevo y otras en uno conocido.

He logrado entender que no estoy en una carrera en la que es primordial salir primero, sino más bien en una fiesta en la que a veces me toca ser protagonista y otras simplemente quedarme solo, sentado y tomando. Así mismo creo que el éxito es una fantasía de quienes quieren demostrarle algo a un mundo al que no le importa.

Así parezca un lugar común, siempre que se cierra una puerta, se abre otra mejor para mí. Y ante eso solo puedo tener gratitud. 

Hoy por hoy, estoy tranquilo. Tranquilo incluso con no saber para dónde voy o a veces quien soy. Estoy tratando de estar bien e incluso de disfrutar  eso de no saber.

Hoy por hoy vivo un presente bonito, no porque todo sea perfecto (incluso me quejo más de lo que debería), sino porque por dentro he logrado construir algo sólido, que aunque siempre estoy dispuesto a cambiar, me sostiene.

Siempre encuentro en el camino una nueva sonrisa y unos nuevos ojos, que me dicen que todo va a estar bien. Así que hoy por hoy, estoy agradecido.